¿Qué es el voluntariado corporativo?
El voluntariado corporativo son actividades orientadas a realizar acciones sin ánimo de lucro
Se habla mucho sobre voluntariado corporativo pero no todo el mundo tiene claro ¿qué es el voluntariado corporativo? Aquí va la definición: son aquellas acciones y actividades orientadas a implicar a los empleados de una empresa en dedicar una parte de su tiempo y talento a causas y acciones sin ánimo de lucro. Se trata de una de las partes más conocidas de la estrategia de RSC de las empresas de nuestro país porque es fácilmente integrable entre los empleados y suele dar resultados muy positivos en todos los sentidos: ejecución de un proyecto solidario, sentido de pertenencia a la empresa, trabajo en equipo, satisfacción personal, ayuda a la comunidad… etc
El objetivo prioritario del voluntariado es mejorar la comunidad y el entorno en el que la compañía realiza su actividad, exportando su talento y cultura empresarial a través de las acciones de sus voluntarios. Cuando hablamos de comunidad, nos referimos a todos aquellos grupos con los que la empresa interactúa, desde el vecindario hasta los proveedores y clientes. Es decir, aquellos actores a los que no debe dejar indiferente la actividad de voluntariado que realice la empresa.
El papel de la empresa respecto al voluntariado corporativo ha de ser siempre activo, pero dando el protagonismo a sus empleados. La tarea de planificación, de promoción y de financiación debe ser exclusivamente de la dirección de la entidad y dejarlo en manos de los trabajadores es un error puesto que se trata de un aspecto estratégico. Por ello, la empresa tiene la responsabilidad de velar para que sus acciones de voluntariado dispongan siempre de los recursos necesarios de espacio, tiempo y dinero para llevarlas a cabo.
El voluntariado genera un valor añadido a través de la adquisición de nuevas habilidades y competencias
Esta gestión se puede llevar a cabo de diferentes maneras, ya sea desde Recursos Humanos, el departamento de Responsabilidad Social Corporativa o el de Comunicación, aunque, como ya se ha dicho en el primer párrafo, el voluntariado corporativo forme parte de la estrategia de la RSC. En este sentido, también es importante la figura de un responsable institucional que actúe como la cara visible del voluntariado de la empresa y que lleve la iniciativa de las acciones y actividades que se realicen.
Las compañías realizan voluntariado por dos tipos de motivos: internos y externos. El primer caso se da cuando la empresa busca dar respuesta a la demanda de los propios trabajadores, que advierten la necesidad de imponerse metas solidarias. Cuando el motivo es externo se debe a que la empresa ha reparado en ciertas necesidades de su entorno y decide colaborar con las organizaciones de su comunidad a través del voluntariado. En este sentido, hay que remarcar también el carácter solidario como uno de los rasgos más representativos del voluntariado corporativo, no pudiendo utilizarse como herramienta de marketing ni con fines de negocio. Además, siempre ha de poder realizarse con libertad y pleno consentimiento por parte del trabajador y sin contra prestación económica o empresarial.
¿Qué es el voluntariado corporativo? La mejor manera de derribar prejuicios
En cualquier caso, es innegable que el voluntariado genera un valor añadido a través de la adquisición de nuevas habilidades y competencias, contribuyendo por tanto al desarrollo profesional de los empleados, y transmitiendo los valores de la compañía hacia el exterior.
Cómo elaborar un plan de voluntariado:
A la hora de poner en marcha un voluntariado corporativo, la primera decisión será saber si se va a externalizar la gestión de la estrategia o se va a hacer todo internamente. Ello dependerá de diferentes factores, ya sea por querer optimizar recursos como por el nivel de formación del personal para acometer tal iniciativa.
Una vez se decide quién se responsabiliza de elaborar un plan, es esencial hacer un análisis exhaustivo de la empresa, identificando los valores, misión y valores de ésta, su actividad, negocio, sector… así como elementos concretos como la organización de la empresa y el peso de unos departamentos frente a otros. También es importante conocer la postura de empleados y la Dirección frente a las posibles acciones de voluntariado mediante encuestas. Conocer cómo la empresa entiende el voluntariado corporativo es necesario para comenzar a trazar las líneas generales del plan desde la identidad de la empresa. Una vez se tiene esta base, llega la parte más formal del voluntariado en la que hay que plasmar los objetivos que se persiguen (ODS), las normas, la descripción de los sistemas de toma de decisión, descripción del perfil de los voluntarios, de los beneficiarios. El paso siguiente es cerrar un presupuesto anual y presentarlo al Comité de Dirección y Comité de Empresa para que lo aprueben. Elegir los actores principales del voluntariado es necesario también para conocer los roles y responsabilidades: quién se encarga de coorginar las actividades, quién lidera, quién implementa, quién controla la calidad… etc.
Es en este orden en el que hay que tomar las diferentes decisiones para elaborar la estrategia de voluntariado porque se construye una base sólida sobre la que ya, a continuación, se puede sostener cualquiera de los numerosos tipos de voluntariado que existen y que se pueden diseñar. Tras la elección de lo que se va a hacer, habiendo cerrado las colaboraciones y viendo las posibilidades que entraña la actividad elegida, es necesario comunicarlo internamente para dar a conocerlo y captar voluntarios. El plan de comunicación incluirá la comunicación previa y posterior de la acción.
Por último, se lleva a cabo el la actividad de voluntariado en sí que, si viene precedido de este proceso de preparación, la probabilidad de que sea un éxito está asegurada.